Poco que contar, sólo que a la salida de Reikiavik es impresionante el paisaje "marciano" de lava roja recubierta de musgo y líquenes. Hay formaciones impresionantes de lo que fueron lenguas de magma y en perspectiva (que no en mis fotos) se ven ríos miriametricos de como fueron fluyendo en su momento.
En medio de esas formaciones aparecen fumarolas de vapor impresionantes, a una presión que da miedo. Es como un concierto de Tocata, pero en el infierno, pues el olor a azufre casi marea.
En cuanto hay una de estas fumarolas, llegan corriendo los de la Endesa islandesa y montan un chiringuito para aprovechar esa energía.
Más tarde, he salido de la zona volcánica, y ni fu ni fa. Granjitas y muchos caballos chaparritos y gorditos. La anécdota del día la he puesto yo, para variar. ¡He montado por primera vez una tienda de campaña!. Pero una vez montada, he ido a meter la colchoneta, perfecto. He ido a meter el saco,...¡me he olvidado el puto saco en el Hostel de Reikiavic!. Mada huevos. Menos mal que soy un finolis y me he traído pijama, pero voy a pasar esta noche más frío que en Puerto Mont.
Este viaje sin Marta supone grandes riesgos!, lo de la bolsa, mal, pero tampoco tan grave, seguro lo único importante era tu pijama (pijo!), pero un poco más de atención!!!
ResponderEliminarPreciosos los lugares, aunque como paisaje lunar, me quedo con Tenerife (y sus playas!!!!) - Abrazo! Vivi (desde la oficina, GRRR)