¡Ese Iñaki!, ¡ese Iñaki! ¡Eh!

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La Vuelta Ciclista a Islandia en solitario ya ha sido superada!.
Esta sensación no la supera ni el gol de Ramos (ya sabéis a cual me refiero, indios...).

Llevo dentro de mi los genes de Núñez de Balboa, Cabeza de Baca y Juan Sebastián Elcano. ¡Todos a la vez!.

Pues lo dicho, ha sido de coña. Paseito mañanero, hasta que he llegado al famoso túnel. Es brutal, yo no se donde sacan estos 300.000 tíos la pasta para ciertas infraestructuras.... Ah si! De forrarse durante años con productos financieros tóxicos y luego pobrecitos cuando quiebran y dicen que les engañaron también a ellos, y que se fastidien los ahorradores escoceses, pero los primeros en cobrar, ellos.

El túnel es brutal, casi 10 km y coges un autobús de línea que por lo menos ha hecho 20, así que son las 10:30 de la mañana y estoy en Reikiavic!. Eso si, con frío tremendo, más que ningún día. Me he tenido que poner dos camisetas y las dos chaquetas.

A celebrar el triunfo con dos fotos, una cerveza y corriendo al aeropuerto.

La verdad es que es una sensación rara. Por un lado garantizo que no vuelvo a hacer un viaje en bici así me esté muriendo. Por otro lado veo el mapa, veo el blog, y me siento muy bien.

Sólo me quedan tres cosas que decir. Gracias a los que me habéis seguido y espero que algo os haya entretenido, segundo, recordad que el Blog de Iñaki en América ( www.inakiyanocurra.blogspot.com ) nunca duerme, y tercero VIVA LA VIRGEN DE LA PALOMA.

A un paso del final.

Realmente escribo porque lo he hecho a diario, pero poco que contar. Sólo volver a insistir en lo buena gente que son los islandeses, pues por más que dejo todas las noches la bici a la intemperie y sin candar para que alguien acabe de una santa vez con mi sufrimiento, y pegarme el alegrón de ver que me la han robado...NADA!. ¡¿Pero es que a esta gente le sobra el dinero?!. ¡¿Acaso no estaban en crisis y deben lo que no van a poder pagar en la vida?!. ¡LLEVAOS LA PUTA BICI, JODER!.

En fin pues a la carretera. Son las 5:35 de la mañana, gris, con pinta de lloviznar, pero si antes de la 13:00 he hecho 100 km descanso un poco y me lo tomo con calma para ver si me acerco un poco más a la meta. Tengo que llegar mañana a mediodía si o si.

Lo dicho, nada que contar, pocas fotografías. Casi me engañan a principio del camino para que fuera a ver una zona de focas. Y finalmente era como un zoo de focas, así que he seguido camino.
Cuando he visto esta casa me he acordado de Elena y el Abu que deben estar por las Islas Feroe (y se que me estáis siguiendo... mi información de estadísticas de visitantes es muy completa... también sé quién no me está siguiendo...), y como veis tiene un aislante muy especial, cubierta entera de césped. Típico de las Feroe.

Son las 12 y he cumplido mi reto. Llevo todo el día con viento a favor y se ha notado. Me voy a comer un Fish and chips y, a ver hasta donde llego.

He llegado a Borgarnes. Total, casi 160km de etapa, en muuuuchas horas, muy tranquilito, pero ahí quedan.

Y Borgarnes es bastante bonito, es el San Vicente de la Barquera islandés, con un puente que cruza la ría, unas casitas más moñas de lo normal en pueblo, y hay zonas en las que se ve el cielo ¡azul!.

Y a dormir caliente. Esto de los Hostel me está empezando a gustar (pero sólo como opción a dormir en la tienda sin saco). Incluso me voy a permitir el lujo de afeitarme.

Mañana termino por la mañana, estoy a menos de 70km de Reikiavic, y además hay que cruzar un túnel de casi 10km en autobús, así que mañana el aperitivo me lo tomo allí. Y la foto finish también!
Así que os dedico un selfie de prueba, casi, superada!

Husavik y los 66° norte.

Los 66°Norte es el paralelo que marca el Círculo Polar Artico. En el caso de Islandia se sitúa sobre su extremo más septentrional y es donde me encuentro yo ahora. Ahora puedo decir que he dormido en el Círculo Polar Artico,...sin saco de dormir. He pasado frío, bastante, hasta el punto de que utilicé la bolsa de la bici a modo de saco que me llegaba hasta la cadera. El pantalón militar largo sobre el del pijama, dos camisetas, el único jersey y la cazadora, y a aguantar el tirón.

Hoy ha sido el día que más he agradecido llegar a la piscina pública termal. Pero ni por asomo he sentido el frío que pasamos Chod y yo en Chile, o en aquellas noches en la casa nevera de Marchena.

Husavik me encanta, ¡es un pueblo bonito!, a diferencia de las poblaciones islandesas. Tiene un puerto pesquero donde aún se lleva a cabo el despiece de ballenas piloto que los simpáticos islandeses siguen cazando, pero gracias al cielo este negocio está siendo desplazado por los cruceros de avistamiento de  ballenas.

De ahora en adelante el paisaje se vuelve menos vertical, más verde, paisaje típicamente Atlántico, y, aún más lluvioso. Tanto que se hace imposible montar en bici. Decido coger un autobús hasta Akureyri.

Akureyri es la segunda ciudad de Islandia, mucho más grande a lo que estaba acostumbrado desde mi salida de Reikiavik, pero no llama mucho la atención. Los románticos dirán que está al final de un fiordo pero esto realmente es una ría, gris, y fea.

Hoy empiezo mi regreso a Reikiavik con un cambio de planes. La idea era cruzar el país por un desierto que no me apetecía nada y que por las lluvia me voy a librar de ello. Creo que me pierdo un géiser y unas cataratas.... No veáis la pena que me da. Así que seguiré haciendo todo el anillo que conforma la carretera 1 a lo largo del país que suponen unos 50 km pero mucho más livianos.

He llegado hasta Blonduos y está ¡despejado!. Ha sido una jornada muy provechosa, y aunque no tengo súper maravillas de la naturaleza que enseñaros, el paisaje es bastante bonito.

Me quedan unos 200km para terminar el viaje. Voy a disfrutar de ver el paisaje despejado y de que está noche duermo bajo techo.

Del Lago Myvatn a 66° norte

¿Para qué se inventó la bici?. Para tenerla en la puerta de casa y así tener un sitio donde ir colgando los abrigos, y como mucho ir un sábado a la Casa de Campo a tomar el aperitivo. ¿Ciclo turismo?. Menudo bofetón le pegaba yo al imbécil que lo dijo por primera vez.

El lago Myvatn es una caca como lago, pero es cierto que es un punto de verdadera ebullición geotérmica y os voy poder enseñar alguna foto de las dichosas fumarolas. Incluso un video donde arriesgando mi mano buena, la izquierda, me acerco para ver si me quemo o no. Como dice Herrera, hay más tontos que botellines.

También hay unos charcos de brea donde salen burbujitas y huele a mascletá que no veas. No deja de ser sólo interesante. Y es que estoy empezando a estar un poco hasta las pelotas de piedras, geotermia, cascadas y perroflautas...sin acritud. Pero es que cada vez que me pregunto para que tendrán tantas putas correas las mochilas me entra la mala leche.

Voy hacia el norte, a mi meta septentrional, los 66° norte. Los busco en Husavik, un pueblo pesquero que no se porque pero me da buena espina. Y no me confundo, nada más llegar veo lo más espectacular y maravilloso que hasta ahora he visto en Islandia. El sol.

Espero que esta puesta de sol sobre el Círculo Polar Artico os haya gustado. ¡Hasta mañana!

Dettifoss. ¡Que escándalo!

He dejado Dettifoss aparte porque quería meter mil fotos, un video, cien exclamaciones. Es impresionante, escandaloso, ruidoso, apabullante.

Básicamente es parte del agua que sueltan los glaciares (en el sur cae en forma de hielo al mar) que van atravesando cientos de kilómetros hacia el norte y caen es una garganta creando este espectáculo.

El único problema es que está lleno de mosquitos y todos se quieren cebar con mi sangre ibérica, que está claro que está más rica que ninguna. Y luego que tengo que "deshacer" 28 km en bici para volver a la carretera 1. Y ya sabéis mi opinión acerca de volver atrás.... Mecagoensusmulaassss... Pero la otra opción es quedarme a vivir con los mosquitos.

Os pongo un video, con mejorable audio, para que veáis y escuchéis Detifoss.

Voy hacia el lago Myvatn donde supongo que encontraré más mosquitos.

¡Que maravilla!. La bici descansa

¿La buena noticia?. Esto es la felicidad plena. En casi todos los blogs la etapa que va desde la coste Este (en mi caso Djúpivogur) hasta Eggilstadir la gente lo hace en bus. Y yo decía: - Pues menudos moñas.

De moñas nada, es básicamente carretera de piedras que sube desde un fiordo hasta unas Highlands por un puerto que ni el Anglirú, pasando los coches haciendo saltar las piedras a todos lados y dejando una polvareda tremenda. Así que Iñaki es bienvenido al club de los moñas.

Y que calentito. Y que a gustito. Y siestecita por el camino.

El camino es impresionante. De nuevo saltos de agua por todos lados y vas viendo como vas dejando el fiordo abajo a una altura considerable. Tremendas curvas, que me acunan....y me quedo dormido.

Eggilstadir es un truño, y ¡es la ciudad referencia en la costa Este!. Así que sigo en autobús hasta el cruce que me lleva a Dettifoss, una hora más de plácido paisaje (ahora lunar) en autobús. Me he jamado dos etapas por toda la cara.

Costeando

Poco que decir, el camino sería maravilloso si esas nubes no me estuvieran siguiendo todo el rato. Y muchísimo mejor si hubiera alquilado un Mustang, un Camaro o un Seat Panda.

Es verdad, es una carretera de costa maravillosa que apenas luce por el tiempo. Apenas hay una foto que valga. A mi derecha el mar y a mi izquierda volcanes y montañas.

Duermo en un lugar que no va más allá del apeadero, para variar en tienda de campaña, pero para mañana me han dado una buena noticia.